6 de julio de 2010
Por: Andres Miranda
Ahome, Sinaloa
Cuando despertó, el dinosaurio ya no estaba ahí.
Un día antes, el 3 de julio habíamos emprendido el viaje a Sinaloa desde Ciudad Obregón, Sonora. Íbamos a aportar nuestro modesto esfuerzo para echar a andar la estructura electoral que apoyaría al siguiente día la campaña del MALOVA, candidato a Gobernador por Sinaloa por el PAN-PRD-Convergencia. Nos reuniríamos ese día sábado con amigos nuestros que forman parte de la Alianza por Sinaloa y que son parte de la UNORCA Coordinadora Nacional. Desde un día 
antes se había ido ya Manuel Arenas a acompañar a sus amigos de su organización, el Frente Agropecuario Nacional en Sinaloa, y estaban trabajando sobre la estrategia que su organización realizaría el día de la jornada electoral.
Íbamos en el auto de Alfonso Valenzuela Segura, él y yo. Sabíamos que esa elección no sería una elección fácil. Durante la campaña se habían dado ya actos violentos que temíamos pudieran ser el presagio de una jornada electoral violenta. Un autobús donde viajaban perredistas había sido baleado, por suerte sin víctimas fatales; dos días antes de la elección habían ejecutado a un Consejero Electoral del V distrito electoral en la ciudad de Los Mochis, las oficinas del PAN y del PRD habían sido atacadas con bombas molotov y hasta en la misma casa de campaña del candidato a Gobernador priísta, Jesús Vizcarra, habían lanzado dos botellas convertidas en bombas molotov.
Corrió rápido la anécdota del pleito del actual Gobernador priísta y el candidato a Gobernador de su partido, donde un día antes de la elección se habían hecho de palabras y hasta gritos hubo. Vizcarra, el candidato, le reclamó acremente al Gobernador en turno la falta de apoyo a su candidatura y lo responsabilizaba de los malos resultados detectados por las encuestas que el mismo PRI había realizado y que lo colocaban como perdedor en la elección. Al mismo tiempo, Jesús Alberto Aguilar Padilla, gobernador en turno, estaba muy molesto con su candidato por los nulos resultados y culpaba, a su vez, al mismo candidato y a su equipo de campaña por lo ineficiente de la estrategia electoral y sabía ya que la campaña de Vizcarra había sido una campaña perdedora. Siendo un día antes ya no había más qué hacer y ellos sabían que Vizcarra no ganaría ya la elección.
Mario Lópes Valdez, MALOVA, era el candidato de la Coalición Cambiemos Sinaloa y era apoyado por el PAN, PRD, Convergencia y el PT en la campañas municipales y distritales.
Ese día anterior a la elección platicamos en Los Mochis y Guasave con integrantes de la Alianza por Sinaloa. La estructura electoral que se encargaría de la defensa electoral el día de la elección ya estaba lista. Toda esa tarde del sábado estuvieron recorriendo a cada uno de los representantes para asegurar que estarían en las casillas del siguiente día.
Ya dos semanas antes de la elección, el 19 de junio, había arrancado un operativo promotor del voto con líderes sociales y ejidatarios productores del valle de Guasave y de Ahome, aproximadamente 200 personas, quienes en la casa de la familia Camacho Dagnino habían acordado, presentes los candidatos Kory Leyson y Navor Mariscales Delgadillo, una propuesta de contacto con toda la gente guasavense y de promoción, representación y defensa del voto el día de la elección. Presentes estuvieron en esa reunión líderes de la UNORCA Coordinadora Nacional, del Frente Agropecuario Nacional, del Frente Nacional en Defensa del Campo y del Movimiento Agropecuario de Guasave, Luis Alfonso Valenzuela Segura, Tomás Camacho Ramos, Manuel Arenas Caballero, Rangel Espinoza López y Reyes Joel Montoya Castro.
La hora cero
Llega por fin el día de la jornada electoral y en todo Sinaloa, aunque un poco tenso por la mañana, poco a poco se perfila una jornada electoral tranquila. No hubo incidentes graves que se dieran durante el día y que tuvieran que ver con la jornada electoral.
A las 12:00 nos encontramos Alfonso Valenzuela, Manuel Arenas, nuestro apreciado amigo “comandante” Guillén y yo en el hotel Lucerna de Culiacán y ahí mismo saludamos al Malova en la entrada del hotel y por el mismo Malova conocimos sobre los primeros resultados que arrojaban las encuestas de salida. Muy tranquilo estaba el Malova cuando nos dijo "Vamos empatados, aunque ellos ya llegaron al techo... nosotros vamos creciendo, les pido que refuercen la promoción del voto, necesitamos que toda nuestra gente salga a votar" -y suponiendo que nosotros habíamos estado sentados en una mesa de al lado, donde todavía se veían tazas servidas con café-, fraternalmente reclama "Pero váyanse ya, no es hora de restaurantes ni de tomar café". "Ahí les encargo... nos vemos después”.
Al Malova le informamos que, según nosotros, estaba caminando la estrategia de defensa del voto que la Alianza por Sinaloa estaba desarrollando ese día y que iba muy bien.
Inmediatamente después del apresurado saludo nos regresamos a Guasave y luego a Los Mochis, donde estuvimos monitoreando el proceso coordinado por la Alianza por Sinaloa. A las 16:00 horas ya teníamos la información de que las encuestas de salida ponían al Malova 4 puntos arriba del priísta.
Al mismo tiempo, el domingo 4 de julio a las 16:00, Vizcarra se alistaba para festejar su triunfo... y sal
ió a festejar. Los periodistas casi no lo dejaban caminar; los simpatizantes, que se contaban por decenas, sonreían con sinceridad, se abrazaban y parecían ver la gloria. No les bastó uno, ni dos, había tres conjuntos musicales amenizando en la explanada de las oficinas del Partido Revolucionario Institucional (PRI) en Culiacán, Sinaloa. "¡Aquí está el Gobernador electo de Sinaloa!", gritó un dirigente priísta del estado, presentando con extremo júbilo a Jesús Vizcarra Calderón. "No hay duda -pensaba cualquiera al ver ese escenario- Vizcarra ganó". Lo que no sabían los seguidores del candidato priísta era que, en el hotel Lucerna, media hora antes, Mario López Valdez "Malova", había entrado a un salón repleto de periodistas -más de los que acompañaban a Vizcarra-, quienes ya habían escuchado los rumores: "Cuatro puntos arriba va el Malova", "que Vizcarra ya corrió a su coordinador de campaña", "no, era su coordinador de prensa", decían otros.
Para las 22:00 horas el Senador perredista Carlos Navarrete, hablaba ya de una ventaja irreversible con el 25 por ciento de las actas registradas, mientras en otra área del Lucerna los abrazos para Malova seguían llegando sin parar.
A las 23:00 horas, las personas que antes gritaban de felicidad en las oficinas del PRI, habían desaparecido. Un sólo reportero estaba ahí. La manta de Vizcarra estaba sola, unas pocas luces muy escandalosas acompañaban la manta que decía: Vizcarra Gobernador"
El día lunes por la mañana la autoridad electoral había anunciado ya la ventaja de Malova. Un señor le gritaba a otro que fuera a las oficinas priístas. "Están dando café y galletas en el PRI pa' que vayan a llorar con ellos", reía el señor que hacía rabiar al otro.
El día lunes 05 de julio después del anuncio oficial del órgano electoral, al despertar, nos dimos cuenta de que el dinosaurio había desaparecido de Sinaloa y que, al menos en los siguientes 6 años, no gobernaría el PRI, después de más de 80 años de estar en el poder en este Estado. Sinaloa despertó esa mañana del 5 de julio y el dinosario, el viejo PRIsaurio, ya no estaba ahí, y sólo quedaba el tufo rancio, pegado a la nariz, y que durará hasta el primer día del año del 2011 cuando tome posesión como Gobernador el Malova.
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