NOTIFICAN A ESPINO DE PROCESO DE EXPULSION
A través del PAN en Sonora se está notificando a Manuel Espino de su propio proceso de expulsión.
Error el que está cometiendo el PAN, con el sólo hecho de arrancar un proceso en contra de un notable dirigente que ha sido de mucha importancia para el PAN. Varias son las razones.
Como si no bastará ya con los problemas de imagen que el PAN tiene, el que
se ha visto como un partido con problemas para gobernar, ahora empieza a mostrar un rostro fracturado. La situación no da para más, pues además de que la ciudadanía percibe que el PAN es incapaz de gobernar, la mismísima imagen del Presidente está ya un poco devaluada. La última
encuesta de Mitofsky pone en un nivel bajo en popularidad a Calderón con el 55%; mientras que en febrero de 2009 estaba en un 66.4%. En esta misma época del sexenio, ni Salinas estaba tan bajo, pues estaba llegando a su cuarto informe con un 74% de aprobación, mientras que Zedillo tenía un 64% hasta antes del cuarto informe presidencial.
No se puede ocultar que la decisión de expulsar a Espino viene desda las altas esferas del gobierno y es obvio que Felipe Calderón está involucrado en la decisión de este proceso contra Espino.
Otra razón más es que está claro que Manuel Espino pertenece a un grupo político al interior del PAN y ha demostrado que no está “cucho” y tiene la fuerza política para responder políticamente, más allá de la respuesta que legalmente deba dar durante el proceso que han iniciado en su contra. Hay en el país líderes panistas afines a Espino y es probable que no lo dejen sólo y Espino es un personaje que sabe ser guerrero cerebral.
Una razón más, que puede ser un error para Calderón y que beneficie a Espino, es que con el proceso de expulsión quedarán aún más definidas las fronteras entre Espino y Calderón y la distancia aumentará. ¿Se le habrá olvidado a Calderón cómo llegó a ser candidato él mismo contra la inconformidad de Fox? Hay una tradición de los mexicanos de premiar a los políticos que
se ven valientes, arrojados, guerreros y Espino tiene escrito en su historia que para nada tiene miedo enfrentar los retos y ha sabido salir airoso de cada uno de ellos. Al PAN también le hacen falta líderes valientes, Espino puede ser visto como uno de ellos, y esa es la imagen que ha tenido durante su carrera política.
Por otro lado, ha habido quienes han manifestado que a México también le hace falta un Presidente que sepa cómo gobernarlo y que no se acobarde ante las amenazas de la vieja estructura priísta, como lo que le sucedió a Calderón: El PRI le apuntó con una pistola de agua al Presidente y Calderón, asustado, se hizo para atrás y no ha podido durante su mandato empujar las reformas necesarias para concretar una reforma estructural de Estado y si Calderón pretende expulsar a Espino es porque precisamente no son iguales, al menos es la percepción de quienes vemos a distancia este proce
so contra Espino.
La percepción de la gente según la encuesta de agosto de Mitofsky no es nada halagadora para el Presidente y el PAN: Casi el 62% piensa que las riendas del país se le salieron del control a Calderón; se mantiene como entre lo peor evaluado la generación de empleos, que fue el tema de campaña de Calderón; así como la disminución de la pobreza y del combate a la inflación.
La factura puede salir costosa para Calderón si se empeña en expulsar de su partido a Espino, quien además era el líder del PAN cuando Calderón fue electo Presidente de la República y ahora Calderón se hace el disimulado y finge no deber nada a Epino y tener mala memoria.
El horno está demasiado caliente y, Calderón, como uno de los personajes con mayor responsabilidad de la conducción política de su partido, está abonando más para que el PAN pierda la elección en el 2012. Expulsar a Espino del PAN es un error político grave que puede costar al PAN la presidencia de la república y el regreso del PRI a los pinos; pero aún falta un buen trecho para que se tome esta decisión y pudiera ser que el proceso de expulsión lo pierda Calderón y que a Espino, este proceso, lejos de acabarlo, sea veneno que lo haga crecer.
Andres Miranda
